viernes, 17 de enero de 2014

Conversión

En la Comunidad Autónoma Andaluza, la Ganadería Ecológica se ha desarrollado en un porcenta- je impresionante en los últimos años, superando con creces a la agricultura en este mismo sector. De esta forma, adquiere la importancia que se merece en Andalucía, que es un referente mundial en el sector de la Producciones Ecológicas Certificadas.
Esto se debe a que la ganadería que tradicionalmente se practica en Andalucía necesita unos ajustes mínimos para poder ser certificada como ecológica, y al dar este paso, el producto final obtenido adquiere un valor añadido bastante interesante.
El proceso para realizar la inscripción en alguna de las empresas de certificación es el siguiente:

 Proceso básico de inscripción.
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Intención de practicar la Ganadería Ecológica

Concesión del periodo de conversión

Aportar la documentación necesaria al Organismo de Certificación

Visita inicial de control

Evaluación de la visita inicial

Conversión
Una vez que se ha decidido iniciarse en la Ganadería Ecológica y se ha tramitado la inscripción en un organismo de certificación, los animales y las tierras donde pasten deben pasar un periodo durante el cual nos adaptaremos al nuevo sistema productivo. Este periodo es llamado “Periodo de Conversión”. Durante este tiempo se deben seguir las normas de la producciones ecológicas a pesar de no poder vender los productos como tal. 


Este periodo puede oscilar entre 1 ó 2 años, dependiendo del manejo y del historial que tenga la finca. Hay que tener en cuenta que para que los productos que se obtengan de nuestros animales puedan ser vendidos como Producto Ecológico, los animales de los que provengan deben de haber vivido bajo las normas de la producción ecológica durante un tiempo mínimo, como se ve en la tabla siguiente.

Tabla 1: Periodo de conversión
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Ovino y Caprino
Destino de la Producción 
Tiempo de Conversión
Carne
6 meses
Leche
6 meses

Las tierras de pastos deben pasar un periodo de conversión de 2 años, aunque este periodo puede ser reducido si el manejo anterior de la finca no ha sido agresivo con el suelo y no ha sufrido tratamientos químicos.
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 Origen de los animales

Antes de decidir qué animales se van a criar en la finca, es necesario conocer las condiciones en las que van a vivir estos animales, qué disponibilidad de agua y pastos existe a lo largo del año, cuáles son las condiciones climáticas, etc. Una vez que se sabe en que condiciones desarrollare- mos nuestra producción, se decidirá qué animales elegir.

Estos animales deben ser resistentes y tener una interesante y buena capacidad productiva. Nuestras razas autóctonas cumplen estos requisitos que acabamos de mencionar.

Las razas autóctonas presentan las siguientes características:
  • Rusticidad y adaptación a la condiciones adversas del clima y de las irregularidades del terreno. Gran capacidad para aprovechar los recursos vegetales de baja calidad, con pocos recursos alimenticios y escasas épocas de abundancia.
  • Poseen facilidad de parto y una buena fertilidad en condiciones de escasez de alimen- to, con grandes cualidades maternales, para cuidar sus crías o producir leche en condi- ciones adversas.
  • En cuanto a la elección de razas para la producción de leche, hay que tener en cuenta las disposiciones anteriores, destacando la importancia de la cría en pureza 
Además, en esta elección no se deben buscar animales con grandes exigencias de alimento y grandes productores de leche, ya que, normalmente, son deficitarios en la resistencia a las enfer- medades. Así, se aconseja seleccionar una raza, que aunque no sea tan productiva, se adap- te bien a la zona. Por ejemplo, las razas caprinas “payoyas” y “serrana” se caracterizan por producir leche de calidad en nuestras condiciones.

También se deben tener en cuenta los animales que están en nuestra explotación, que segu- ramente ya estarán aclimatados a las condiciones específicas de nuestra finca. En este caso lo ideal es conservarlos y cuando se tenga que introducir animales nuevos, considerar cuáles son los que más puedan interesar, siempre que estén criados en unas condiciones similares a las de nuestra explotación o que se adapten con facilidad a ella.


El sistema de reproducción debe ser la monta natural. La inseminación artificial no esta prohibi- da, pero únicamente es autorizada por el organismo de certificación en determinadas ocasiones, ya que este método no responde a los criterios de bienestar animal al producir tensión, molestias, estrés y sufrimiento. El resto de métodos reproductivos no naturales no están permitidos.

Se debería mantener el rebaño junto durante todo el año, y así, ahorrar trabajo y minimizar el tiem- po entre los partos. Pero esta situación no interesa ya que se pueden producir cubriciones no deseadas, o que las hembras no tengan el celo en el momento apropiado. Así que se debe sepa- rar a los machos del resto del ganado durante un periodo de tiempo determinado (“Efecto macho”).

La planificación de la cubriciones, de los partos y realizar distintos lotes de animales simila- res ayudará a atender mejor a cada grupo de animales específicamente; y aprovechar así el “efecto macho” para aumentar las posibilidades de obtener éxito en las cubriciones y en las consi- guientes gestaciones.

Al hacer lotes y planificar la reproducción del ganado se pueden obtener crías durante todo el año, aunque lo ideal es que no coincidan con épocas donde existan carencias de alimentos o condi- ciones no adecuadas. Así también se considerarán las expectativas de ventas con la planificación. 

Reproducción
En el manejo ecológico no conviene forzar los ciclos reproductivos del ganado, ya que si se fuerza este pueden aparecer situaciones de estrés y debilitar así las cualidades naturales de los animales y sus defensas frente a las enfermedades, influyendo negativamente en la producción final, que no será de la calidad deseada. Es por esta razón, entre otras, por lo que se aconseja que los animales no tengan más de una cría al año. 

1 comentario:

  1. El sistema de reproducción debe ser la monta natural. La inseminación artificial no esta prohibi- da, pero únicamente es autorizada por el organismo de certificación en determinadas ocasiones, ya que este método no responde a los criterios de bienestar animal al producir tensión, molestias, estrés y sufrimiento. El resto de métodos reproductivos no naturales no están permitidos.
    Se debería mantener el rebaño junto durante todo el año, y así, ahorrar trabajo y minimizar el tiem- po entre los partos. Pero esta situación no interesa ya que se pueden producir cubriciones no deseadas, o que las hembras no tengan el celo en el momento apropiado. Así que se debe sepa- rar a los machos del resto del ganado durante un periodo de tiempo determinado (“Efecto macho”).
    La planificación de la cubriciones, de los partos y realizar distintos lotes de animales simila- res ayudará a atender mejor a cada grupo de animales específicamente; y aprovechar así el “efecto macho” para aumentar las posibilidades de obtener éxito en las cubriciones y en las consi- guientes gestaciones.
    Al hacer lotes y planificar la reproducción del ganado se pueden obtener crías durante todo el año, aunque lo ideal es que no coincidan con épocas donde existan carencias de alimentos o condi- ciones no adecuadas. Así también se considerarán las expectativas de ventas con la planificación.

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